En nuestro trabajo diario nos encontramos como el consumo de tabaco ha cambiado notablemente en estos últimos años. La introducción del tabaco de liar, y del cigarrillo electrónico después, ha hecho que nos tengamos que adaptar a otras formas de fumar. En los dos casos hay multitud de mitos que contribuyen a que la persona se inicie en el consumo, que no vea los riesgos del hábito y que no se plantee la idea de dejar de fumar. Hoy te explicamos toda la verdad de las nuevas formas de consumir tabaco.
1. Tabaco de liar.
El alto precio de las cajetillas y la crisis hizo que muchas personas abandonaran el consumo de tabaco en cajetillas y empezaran a consumir tabaco de liar. Algunos mitos que ayudaron a muchas personas a pasarse a esta nueva forma de fumar fueron el escuchar que era un tabaco más natural y menos dañino que el tabaco convencional, pero la realidad es bien distinta, como han demostrado diversos estudios después. Pero la cuestión está en que si la persona cree que es menos dañino, la motivación para dejar de fumar disminuye de forma drástica.
Después de ver los resultados de algunos de estos estudios, los cardiólogos están advirtiendo que fumar tabaco de liar hace que se aspire más monóxido de carbono que cuando se fuma de una cajetilla convencional, ya que en el tabaco de liar se quema más papel en cada calada.
Otro aspecto que preocupa es que sólo el 33% de las marcas de este tipo de tabaco indican los contenidos de nicotina y alquitrán que contienen. En el caso de monóxido de carbono el etiquetado es nulo.
En concreto, el estudio "El tabaco de liar", publicado en la revista Prevención del Tabaquismo, revela que los fumadores de tabaco de liar presentan concentraciones más altas de monóxido de carbono (CO) en su aire espirado que los de tabaco manufacturado (27,9 frente a 21,48 partículas por millón de unidades).
Y eso a pesar de que los últimos consumen un número más alto de cigarrillos diarios (18,5 frente a 27,9).
Los resultados del estudio, según el doctor Carlos Jiménez Ruiz, director del programa de investigación en tabaquismo de SEPAR, han constatado que el 30 % de los fumadores de tabaco de liar confiesa que cambiaron al consumo de este tipo de tabaco pensando que era más saludable.
2. Cigarrillo electrónico
En otras ocasiones hemos hablado del fácil acceso a esta nueva forma de consumir tabaco que gusta bastante a los más jóvenes. Pocas personas saben que el cigarrillo electrónico contiene, además de nicotina, que es una sustancia que crea una fuerte dependencia, otras muchas sustancias que son cancerígenas, como el propilenglicol y las nitrosaminas.
En otro estudio que ya analizamos anteriormente desvelaba que los efectos a corto plazo de consumir estos cigarrillos eran casi los mismos que los efectos de consumir tabaco; en concreto se han observado signos de constricción e inflamación de las vías respiratorias; ahora bien, los investigadores reconocen que desconocen los efectos a largo plazo y que haría falta una mayor investigación.
Como pasa con el cigarrillo de liar, los fumadores de cigarrillos electrónicos tienen una falsa sensación de seguridad que les hace plantearse menos la idea de dejar de fumar.
Si quieres dejar de fumar, o quieres más información sobre el tema, puedes contactar con nosotros, ¡te asesoraremos!
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