En un artículo anterior hablámos de la Nomofobia, definiéndola como el miedo que tienen muchas personas a separarse de su móvil, a dejárselo en casa o a no poder usarlo porque se acaba la batería o tienen problemas de cobertura. El término viene de la abreviatura inglesa "no mobile phone phobia". Decíamos que las personas afectadas suelen experimentar mucha ansiedad, malestar, enfado o inquietud cuando no pueden estar conectados al móvil. A menudo, estas personas niegan, minimizan u ocultan su problema.España la sufren entre un 53 y un 63% de la población, siendo las mujeres y los jóvenes los más afectados por este trastorno. Un gran porcentaje de estas personas terminarán desarrollando una adicción a su teléfono móvil. Los signos de la adicción incluyen:
- Ansiedad o nerviosismo en situaciones en las que no tenemos acceso al móvil.
- Enfado e irritabilidad si no podemos consultar el móvil durante una mañana o una tarde.
- Llevar el móvil a todos los sitios donde vayamos.
- Consultar el móvil continuamente.
- No apagar el móvil nunca.
- Llevar el móvil a la cama.
- Usar el móvil en sitios en los que está prohibido (por ejemplo trabajo o centro de estudios) o en situaciones peligrosas (por ejemplo conduciendo)
- Invertir mucho tiempo en el móvil, incluso llegando a descuidar otras cosas.
Face up es una nueva aplicación que intenta ayudar a las personas que empiezan a mostrar signos de adicción. Por medio de un cuestionario, trata de evaluar el grado de adicción a nuestro teléfono móvil, después recoge datos de nuestro patrón de uso: cuántas veces consulta el móvil y cuántas horas le dedica, señalando también el tiempo que se invierte en cada aplicación y las veces que se accede a cada programa.
Una vez establecido nuestro patrón particular de uso del móvil, face up, va planteando retos, por ejemplo, no utilizar el teléfono móvil en comidas o cenas en las que haya más gente, no usarlo cuando se esté con amigos o a solas con la pareja, no consultar el teléfono estando en la cama. Todos estos retos vienen acompañados de la explicación de por qué es importante llevarlos a cabo. Por ejemplo, en el caso de no consultar el teléfono desde la cama, argumentan que el sueño empeora un 85% si lo último que la persona hace antes de dormir es utilizar su móvil, lo que aumenta drásticamente las posibilidades de tener insomnio.
A medida que la persona va consiguiendo las tareas marcadas, va cambiando su conducta, por lo que el nivel de adicción inicial va disminuyendo.
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